Isabella entendió que se hablaba de ella, miró a Cameron enrojecer en segundos, su vena resaltó de su cuello y apretaba con fuerza el móvil.
―Bien, vamos para allá. ―y cortó la llamada, sentía que no podía controlarse, estallaría y no quería hacerlo delante de ella y mucho menos ahora que estaba embarazada, Isabella alcanzó su mano y la acarició.
―Tranquilo, ¿Qué pasa?―el auto ya estaba detenido en la parte trasera del edificio, esperaban órdenes.
―Privacidad, por favor. ―dijo Cameron a su personal, ellos asintieron y bajaron profesionalmente de sus lugares, custodiando la camioneta. Cameron se pasó ambas manos por su rostro y luego tiro de su cabello discretamente.
―Me estás asustando―confesó ella, Cameron reaccionó, lo que menos quiere es preocuparla pero no encontraba el modo de evitarlo. Él se giró a ella, atrapó su mano y besó sus nudillos.
―Los reporteros que estaban afuera del resta