-Si, bastante. Éstos últimos días han sido agotadores- me sinceré. Se sentía bien tener alguien con quién hablar en este momento.
- Lo imaginé... La prisión no es un sitio para cualquiera- respondió con seguridad.
-Al menos tenía lo básico- me encogí de hombros.
- Si, pero no deja de ser una mierda-
Asentí riendo.
-Estaba segura que si permanecía allí unas semanas más, me volvería loca-