— ¿De que hablas? — pregunto confundida. Se acerca hasta quedar a pocos centímetros de mí. Mi corazón choca bruscamente contra mi caja torácica y mis piernas no me responden para alejarme del demonio que viene listo para atacarme —. Dominic ¿Hice algo mal?.
— No te hagas la estúpida, Sofia — me agarra fuerte de la barbilla y frunzo el ceño. Este idiota de mierda quien se cree —. Solo buscas la manera de traicionarme y dejarme por él ¿No es así?.
Su problema es serio y tal parece que el alcohol le inunda la verdadera razón.
— No, Dominic. Ya te lo he dicho muchas veces, no te voy a traicionar — sus ojos grises o negros en este momento, me miran con un deprecio que hace el corazón doler.
— Pensé que eras diferente, pero solo eres una perra más qu