Nolan extendió las palmas de las manos hacia la nuca de ella, la empujó hacia delante y le besó los labios con dureza en plan de castigo.
“Mm… Nolan Goldmann, déjame ir…”. Maisie, que acaba de tener la oportunidad de recuperar el aliento, volvió a ser besada por él.
Esta vez presionó directamente su cuerpo contra el de ella mientras la atacaba a besos, y su mente se quedó en blanco.
El aura del hombre la rodeó, y las manos que se resistían y empujaban contra su pecho solo pudieron agarrar el dobladillo de su cuello en ese momento.
"Duele. Estás asfixiándome con tu peso...”. Los brazos de Maisie estaban siendo aplastados, y ella gritó vagamente de dolor.
Nolan apoyó su cuerpo y trató de no poner todo su peso sobre ella. Luego le mordió ligeramente el labio y dijo en voz baja: "¿Te atreverás a hacerte daño de nuevo en el futuro?”.
Maisie no respondió.
La palma de Nolan, que sostenía su cintura, comenzó a moverse.
Ella se estremeció de repente e inmediatamente aplicó presión sobre