Cristofer cerró los ojos, sintiendo dolor en el corazón.

En verdad, no sabía cómo ella pasaba esos días.

Pero había pensado en esta pregunta cuando estuvo en la sala de fumadores antes.

En esos cinco años, solo había regresado a su villa unas tres veces. Y cada vez que volvía, no hacía nada más que obligarla a firmar el acuerdo de divorcio.

Podía imaginarse aproximadamente cómo Estelle pasaba los días solitarios sin él.

Cada vez que tenía un ataque y sudaba de dolor, nadie estaba a su lado. Cuando extrañaba a su hijo, solo podía llorar en silencio. Se sentía decepcionada cuando lo llamaba y le suplicaba que regresara a casa, pero era rechazada. Y la última vez que regresó a la villa, cuando ella dijo que se divorciaría siempre y cuando él se quedara con ella una noche, ella debió de haber estado muy desesperada.

Ella solo tenía veintiséis años pero había sufrido mucho.

Pensando en esto, Cristofer no pudo evitar preguntarse: '¿Qué tipo de vida están viviendo las chicas de veintiséis añ