Melody expresó su acuerdo con un gesto solemne. "En efecto, ahora que tenemos la dirección en nuestro poder, es crucial que tomemos acción inmediata en caso de que surjan circunstancias imprevistas."
"Mamá, ¿cuál es nuestro siguiente movimiento?" preguntó Gretchen con cierta incertidumbre.
Con una mirada fría y despiadada en sus ojos, Melody respondió: "Después, haremos que Estelle vea cómo su hija sufre y muere una muerte miserable frente a sus ojos."
Después de dos horas, hicieron señas a un taxi y se dirigieron hacia la residencia de los Hans. La lluvia caía intensamente y, al llegar, vieron a Luke jugando con Yvonne en el pabellón del amplio jardín.
Yvonne rebosaba de energía, extendiendo constantemente sus manitas para arrebatarle el juguete esponjoso a Luke. Su risa contagiosa resonaba por el jardín, revelando sus adorables hoyuelos con cada sonrisa.
"Esa pequeña bribona se parece tanto a Estelle. No es de extrañar que Cristofer la adore", murmuró Gretchen en voz baja.
Melody le