By Agustín
Nuevamente estuve a punto de decirle que la amo.
Es una palabra que jamás usé, no me entiendo.
La llevé de la mano al baño y nos enjuagamos juntos.
-¿Podés salir? Quiero hacer pis y no lo voy a hacer delante tuyo.
Me río, tiene razón, nunca me metí en el baño con alguna mujer, salvo para hacerlo en la ducha.
Hacerlo en la ducha….de parados le va a doler un poco por ahora.
Miro el acolchado, no lo llegué a correr y se manchó de sangre, después lo cambio, lo voy a mandar a la tintorería, se lo voy a encargar a la señora que limpia, ella se ocupa de llevar mi ropa a la tintorería o de lavar lo que corresponde.
Sale del baño desnuda, la veo y mis instintos se despiertan nuevamente.
Se muerde el labio inferior, sigue nerviosa y busca algo con qué cubrirse.
-No pende, quédate así, sos hermosa y me encanta mirarte.
-Es que me incomoda estar así, no sé, siento...vergüenza.
Ya lo sabía, al fin y al cabo es una pendeja que acaba de ser mujer.
-Vení, tapate.
Se acuesta y nos cubrimos