Penélope
— No hace calor para pantalones? — Demián me mira escaneando los jeans que me estoy poniendo, mientras él se pone una remera y short.
Yo así no puedo vivir con él, parece que siempre está estilo playa, poca ropa y eso es demasiado provocativo para una persona que lleva años sin nada de actividad.
— Ey! — pasa su mano por delante de mi rostro.
— Emm, quiero usarlos antes de estar gorda y que no me entren — sonríe acercándose a mí, aún estoy solo en corpiño.
Me abraza por la cintura pegándome a él, y con su nariz acaricia mis mejillas, baja a mi cuello haciendo que cierre los ojos.
— Explícame cómo hago para tenerte todo el día cerca y no terminar adentro tuyo? — suspira besando mi cuello—¡Estás preciosa! Y estoy seguro que cuando no te entre la ropa vas a estar más preciosa aún! — besa mi hombro — Ay dios! Estás muy buena! — se aleja negando y sacudo mi cabeza para concentrarme en lo que hacía.
Cierto la remera!
Me pongo una blusa fresca, tengo que ir al estudio de danzas.
—