A Sonia se le fueron las fuerzas, por lo que sintió que las piernas no la sostenían y que el suelo llegaba hacia ella, pero no cayo, pues Brett la tomo en sus brazos y con ella en brazos salió del teatro seguido por el tío George, ya en la limusina ella recobro el conocimiento.
-primero iremos a que te cambies, y mientras lo haces yo me encargare del resto. – dijo Brett con determinación
El tío George abrazaba a Sonia, que con sollozos que agitaban todo su cuerpo decía con voz entrecortada.
-que voy a hacer sin ellos, tío? Que voy a hacer?
-nos tienes a nosotros hija, a mi como tu tío y a Brett como el hombre que te ama, no estás sola. – le respondió el senador, tratando de consolarla.
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