¡Noche Loca!

—¿Ya decidiste a cuál de las dos veras primero? — Me levanto y estiro un poco los brazos.

—Comandante me hace sentir que tengo dos mujeres— Ríe antes su comentario.

—Es lo que da a entender Teniente.

—Ya sabe que si pasa por mi cuidad, me llama así salimos por unos tragos.

Toma su mochila y se aleja, así como los chicos del grupo que tienen libre, se lo merecen porque luego tendremos una misión importante.

Termino de organizar todo, viajo a mi casa en este momento mis compañeros deben estar con su familia y me alegra por ellos, llego a casa, las luces están apagadas, todo tal y cual lo deje, en ocasiones si me gustaría que alguien me recibiera en casa.

Extraño a mis padres realmente, sin embargo, no reciento por ello el que tuve que crecer solo, tampoco le reclamo a ningún poder o fuerza superior, odio un poco el tener que regresar a casa, así que me alisto para salir un rato a cualquier lugar realmente, me ducho rápidamente, había comido antes de regresar así que no cocine, creo que lo único bueno de estar acá es que puedo tomar ya que no estoy de servicio.

Me recuerda un poco lo que he hablado con el teniente, él es como una especie de mejor amigo, confiaría mi vida en el en combate y para nosotros es decir mucho.

Flash black

—Teniente lo observo muy entusiasmado en regresar a su casa, aunque novia este en otra base en estos momentos.

—Tengo otra persona que me está esperando en casa, así que, si estoy emocionado en salir unos días, nunca sabemos cuándo debemos regresar.

—¡Ay! teniente ha librado algunas batallas, aunque le aseguro que si su novia lo escucha hablando de esa manera ya se puede considerar un hombre muerto.

—Que chistoso se ha vuelto comándate, ¿Por qué su depresión al volver a casa? — Pregunta seriamente— Se merece estos días luego de un largo trabajo.

—No he dicho lo contrario, iré a realizar un papeleo pendiente, nos vemos luego.

—Con todo el respeto que se merece, debe tener una vida fuera de este trabajo, es saludable tener algo lindo que no tenga tantos recuerdos oscuros.

Fin del flash black.

Él sabe por todo lo que he vivido, al igual que se dé su vida, creo que por eso ambos nos llevamos muy bien, al no tener padres y al sufrir ese dolor.

Sin embargo, él es de aquellos que siempre dicen o mejor dicho que siempre nos aconseja que las cargas son mejor cuando se comparte pone de ejemplo siempre el equipo, en el ejército no existe un yo si no un equipo un grupo, también la idea de dar todo por lo que amas que es a tu tierra y a todas las personas que están en ellas.

En eso tenemos algo de diferencias, no creo que sea bueno hacer tanto daño, nuestros trabajos siempre se debate entre la vida y la muerte, dañar las esperanza que alguien me espere en casa y nunca llegar es una huella que le quedara a la persona y a mí una promesa que no podrá cumplir.

Algo que odio es eso no poder cumplir con lo prometido siento que es una deuda que va creciendo y te persigue, muevo mi cabeza de un lado a otro para sacar de mi mente esos pensamientos.

Manejo hasta un club del cual me habían hablado mucho, entro al lugar lo primero que se detalla es la música a todo volumen, las personas bailando, el olor alcohol, las risas de las personas, hay muchas chicas bonitas en este lugar, sin embargo, me siento en la barra y pido un trago.

—Otro trago como el del señor por favor —Dice una chica observa mi vaso— Que sean dos mejor.

El Bantender comienza a preparar los tragos, observo a la chica, no es tan alta, tiene un vestido corto negro, resalta su figura, sin remarcarla demasiado, tiene una no es tan alta, trae su cabello suelto y rubio, siento que la he visto en alguna parte, pero no lo recuerdo, acercan nuestros tragos y ella me observa, tiene unos hermosos ojos café avellana.

—Espero que no te moleste que te invite un trago.

—No, no me molesto si te sientas y me acompañas — Ella sonríe y se sienta a mi lado— Mucho gusto mi nombre es— Ella se acerca mí y me susurra en el oído.

—No es necesario decirnos nombres.

Ella sonrió y solo asiento, entres platicas largas e interesantes y algunos tragos, risa sin saber en qué momento estoy llegando a una habitación mientras la beso, mi mano comienza a recorrer su pierna, mientras ella trata de desabotonar mi camisa.

Abro la puerta de la habitación como puedo todo estaba totalmente oscuro, los tragos aún no están haciendo estragos.

—Que dolor de cabeza— Escucho que dicen a mi lado.

Me siento rápidamente en la ama y observo asombrado a la chica ¿que estaba a mi lado cubriéndose con una manta al igual que yo me observa asombrada.

Trato de recordar un poco sin embargo el dolor de cabeza era terrible, ella se mueve un poco incomoda.

— ¿Que paso anoche? — Pregunta luego de un silencio incómodo.

—Estamos iguales, sin embargo, por lo que observo tuvimos sexo— Siento en mis partes arden un poco y es por fricción— Por lo que noto, algo salvaje no.

Sus mejillas toman un color carmesí, puedo notar que esta apenada, se levanta rápidamente, recoge su ropa del piso y se dirige al baño, destello de anoche comienza a llegar.

Flash Black.

—Espero que no te moleste que te invite un trago.

—No, no me molesto si te sientas y me acompañas — Ella sonríe y se sienta a mi lado— Mucho gusto mi nombre es— Ella se acerca mí y me susurra en el oído.

—No es necesario decirnos nombres.

Fin del flash black.

Así que así empezó todo.

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