Dylan.
Comienzo a desesperarme, dejó a los niños con mis padres y llamó a mis hombres.
—Explíquenme que es lo que paso con mi mujer —hablé gritando.
—Marcos está en el hospital —¡mierda!—, está inconsciente y no sabemos todavía quienes fueron señor—me responden con temor.
—¡Como que no sabemos! ¡Que esperan para averiguar quien tiene a mi mujer! —el miedo de que ella esté entre la vida y la muerte me tiene al borde del abismo.
—Yo sé quien tiene a Liz —doy media vuelta al sentir la presencia de Rafael.
—Y tú qué haces