Pov Vanessa:

Soy llevada de urgencias al quirofano. En ningún momento dejo de pedir por mi hijo, para que un milagro ocurra y él se salve.

Entre lágrimas me aferro al brazo del doctor y le suplico:

- Por favor.. Tienen que salvarlo, no dejes que mi bebé muera.

Su mirada es dulce y su voz suave, con cuidado quita mi mano.

- Tranquila, vamos a hacer todo lo posible para salvarlo Vanessa.

Luego de realizarme todo el procedimiento de emergencia la cara del doctor me lo dice todo, yo en el fondo lo sabía, aunque no quería admitirlo, una parte de mí sabía que mi bebé ya no estaba conmigo.

- Lo lamento mucho Vanessa, no pudimos hacer nada, ya lo habías perdido al llegar aquí.

Lloraba entre hipos ahogados de la desesperación mientras me aferraba a mi estomago. - Mi bebé, mi pequeño hijo se ha ido.

Decir que estaba desgarrada era poco, sentía que me habían arrancado una parte fundamental, un trozo de mí corazón se había ido con él. El dolor de su pérdida me estaba matando en vida y no