Capítulo 0195
Riendo suavemente, Andrés le secó las lágrimas y le respondió: —Si tienes antojo, yo te los hago. ¿Qué sabor prefieres?

Abrazando fuertemente a Andrés, Rebeca continuó llorando: —Ya no quiero comer, solo quiero ir a casa, snif, snif...

—Bien, vamos a casa —asintió Andrés mientras ayudaba a Rebeca a subir al carro. Con cuidado, le puso el cinturón de seguridad y le ofreció pañuelos para que se secara las lágrimas.

Mientras tanto, Ximena se quedó paralizada observando desde lejos. Esperó a que
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP