CAPÍTULO 32

Llegamos al viejo puerto de la ciudad. Íbamos en el auto de Aly, no podía negar que me sentía nerviosa, mi corazón estaba latiendo rápidamente, ya que otra vez de nuevo aquí, tratando de descubrir y atrapar un asesino, por su culpa muchas noches no pude cerrar ojo alguno, matando mi cabeza en descubrir sus motivos de hacer todo esto. 

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