Juan Pablo
Maia se encuentra completamente dormida recostada boca abajo con la espalda descubierta.
Se ve tan hermosa que desearía despertarla para volver a hacerla mía. Nunca me canso cuando se trata de ella.
Escuche el llanto de Juan David y me acerqué a la cuna para cargarlo entre mis brazos.Deje un pequeño beso en su frente mientras lo arrulle.
—Shh no despertemos a mami, campeón.
Lo que ocurre es que a él no le gusta dormir en la cuna y Maia lo ha acostumbrado a dormir con nosotros y dormirse con el pecho.
No se porque presiento que Juan Da será demasiado consentido por Maia y por mí también; por supuesto. No deja de ser mi primer y único hijo.
Lo cargue entre mis brazos y baje hacía la cocina para calentar una de sus mamilas. Maia lo amamanta, pero él también toma formula.
Necesita todas las vitaminas posibles debido a que nació antes de tiempo.
Me dediqué a acariciar su cabello rubio mientras lo alimento y empieza a calmarse.
—¿Ves? No era nada berrinchudo. ¿Sabes bebé? Hace c