Stefanie entro caminando con elegancia con una posición recta y pulcra hasta llegar a donde estaba su abuelo y tomarlo de la mano.
- Damas y caballeros permítanme presentarles a mi nieta Stefanie De Santis – repitió Dimitri.
- Un placer – contesto ella de forma cordial bajando ligeramente la cabeza, para volver a ver de frente a todos, buscando ignorar al cadáver en la habitación.
- Mira hija, al fin logre recuperar la pistola de tu padre - opino el mayor acariciando la espalda de ella y entregaba la pistola de oro, donde ella sonrió sujetándola con fuerza; porque era verdad que no le gustaban las armas, pero recordaba las historias que le contaba su papa sobre esa arma.
- Se ve que esta niña, si es tu nieta Dimitri – opino Arthur.
- Stefanie, se ve en tu porte que eres una De Santis – opino la mujer pelirroja.
- Hehe sonara loco, pero eres justo lo que imagine que sería ver a tu padre de niña – hablo la mujer mayor.
Stefanie sonrió y agradeció esos comentarios.
- ¿Qué clase de broma