Las semanas se convierten en meses, se celebra el cumpleaños número cuatro de Elías, mientras todos celebran, el pequeño da una sonrisa al ver a su padre así que corre hacia este y Elías lo toma en brazos.

Katerina y Doris se acerca y Elías les dedica una sonrisa – ¿Qué haces acá?

-No me escapé si es lo que creen – besando las mejillas de su hijo – me dieron permiso para poder venir unas horas

-Papi ¿vamos a comer pastel?

-Claro que sí – dando una sonrisa a su hijo – vamos, más tarde llegará tu regalo

- ¿Eh? ¿Qué es?

-Espera y verás – sonriendo

- ¿Cómo estás con tu tratamiento?

-Ha dado progresos, pero “Eddie” no quiere irse, siempre que mencionan a esa mujer aparece y dice que debe vengarse

Katerina y Doris apenas se miran…

-Papi…

- ¿Qué pasa Elías?

-Vamos a jugar, mira mami y tía me trajeron juegos

-Vamos entonces – haciendo una venia – hablamos más tarde

Y así padre e hijo se dirigen a jugar…

….

Al caer la tarde el regalo para el pequeño Elías llegó en un bello remolque, un hermoso