Capítulo XVI: Cometiendo Imprudencias...
Así los tres empiezan a hablar y andar por todo el jardín, bajo la atenta mirada de las doncellas de Cecilia y Aurora y los esclavos de la señora de Escalante, y desde una distancia prudente, Alfonso y Diego apenas observan y los gemelos dan una sonrisa.
-¿Qué te parece el Duque?
-Se ve un buen muchacho…considero que es digno para ser el esposo de Aurora
-Entonces querido hermano esperemos que el señor Duque haga una correcta pedida de mano, porque debe ser algo a la altura de la familia Belmonte y Sacristán…
Diego apenas da una sonrisa.
-Bien Doña Aurora, por lo que me dice usted no conoció a su madre
-Ella murió cuando nací – mirando a Alejandro con ojitos de cachorro
-Mi madre también murió al poco de haber nacido yo – tomando la mano de Aurora y besando su dorso – pero fui criado por un buen padre y una tía maravillosa – dando una sonrisa a Cecilia
Cecilia le regresa la sonrisa…
-Bien, ustedes tienen mucho de qué hablar…
- ¿Eh? – diciendo Alejandro y Aurora
-Iré a ver los rosales