NELLY
Mis párpados están pesados y tengo que esforzarme más de lo habitual para abrir los ojos, cuando lo hago, siento que no lo he hecho. Todo está oscuro y si no fuera por un hueco en el techo de lo que creo que es un cobertizo abandonado, no vería a mi mejor amiga desplomada y atada a mi lado. El ruido de los tacones crujiendo las hojas secas y golpeando contra el suelo gastado me hace buscarla en las sombras, no necesito tiempo para recordar lo que pasó cuando salí de la oficina de David.
— ¿Dónde está Kiara, niña loca? — Me asalta una rabia enorme al recordar su cara de susto justo antes de que Carlota la golpeara con el palo de hierro.