CAPÍTULO 27. No soy un monstruo
CAPÍTULO 27. No soy un monstruo
El lugar era un caos, pero aunque muchos de los que estaban a cargo parecían dueños de la situación, Elijah veía a McGregor demasiado inquieto.
—¿Qué diablos está pasando, por qué no la sacan? —espetó acercándose a él con tono de impotencia y el magnate de la industria constructora solo negó.
—Dicen que quieren asegurar el área primero, entiendo que el jefe de bomberos no quiera arriesgar a ninguno de sus hombres pero…
—¡Pero para eso les pagan, maldit@ sea! —siseó Elijah—. ¡Eso es lo que significa ser bombero, jugarse el trasero por otros, así que si no van a bajar ellos, bajo yo, pero que se pongan de acuerdo de una puta vez!
Y por más extraño que pareciera, Kenneth parecía estar de acuerdo con él; y eso solo hizo que Elijah achicara los ojos.
—¿Qué es lo que no me estás diciendo? —gruñó y vio al magnate mesarse los cabellos.
—La mezcla se cimentación para edificios como estos es de fraguado rápido —declaró McGregor—. Y he estado teniendo problemas co