Luna de sangre

Pasaron 10 meses, Arturo cambio un poco la forma de ver a la chica, la espiaba en varias ocasiones, solo espero el momento para pedirle matrimonio, pero se avergonzaba.

Jade aprendió inglés gracias a los empleados de Jhon. Además, aprendió a controlar sus poderes y a mantenerse en su forma humana frente a los demás, pero sus sentimientos hacia aquel hombre empezaron a aparecer y hacerse fuertes.

En el poco tiempo que pudo estar sola con él trato de acercársele, pero él le respondía de una forma ambigua. Le besaba las manos y besaba su frente como si sintiera algo, pero siempre le decía la misma frase.

“Espera un poco”, “Todavía no” La ilusionaba, pero no era capaz de decirle algo concreto. Él a veces iba a la habitación y le contaba cosas de sus viajes que no le decía a nadie, pero Jade no soportaba estar así. Decidió ir a hablar con él y declarársele.

Jhon estaba escribiendo algo en ese momento y la vio entrar a su oficina. Pensó en que ella le iba a pedir algo, pero se sorprendió al ver que ella se acercó a él para besarlo en la boca. Trato de alejarla, pero la fuerza de la mujer era superior a él y empezó a perder la voluntad. Tanto tiempo solo y triste empezaron a afectarlo y cedió a los deseos de la chica.

Él se quitó la camisa y dejo ver su torso. La chica estaba fascinada al verlo. Jamás lo había visto con poca ropa. Los dos estaban a punto de tener sexo, pero Arturo abrió la puerta justo en ese momento y los vio así. Se molestó mucho, él había cambiado su forma de ver a la chica y se enamoró de ella. No podía creer que su jefe le había quitado la mujer que quería.

Decidió irse de ese lugar con el corazón destrozado.

Jhon lo siguió sin camisa por todo el lugar.

“Espera Arturo….”

“¿Esperar qué? Es evidente que siempre la quiso y yo no puedo competir con usted. Renuncio, me voy de aquí”

Golpeo la puerta con bastante violencia y no volteo a mirarlo.

Jade los siguió y trato de hablar con él; sin embargo, Jhon la detuvo.

“Tenemos algo pendiente”

“¿Está molesto doctor?”

“Un poco, desde hoy me tienes que decir Jhon o mi amor. Quiero casarme contigo”

Jade quedó sorprendida al ver que todo había cambiado en tal solo unos minutos. Jhon siguió hablando.

“Lamento haberme demorado mucho, pero debía guardar un luto de un año, mi esposa murió antes de conocerte y pasaba por un momento muy difícil. En un mes nos podríamos casar, si tú quieres”

La chica no sabía eso, estaba algo sorprendida. Solo sintió que las manos de Jhon la llevaba para hablar, pero ella decidió hacer algo más.

“Vamos a su habitación “Dijo algo avergonzada.

Él quedó un poco incómodo, pero sabía que la hizo esperar mucho, pese a los pequeños gestos de cariño que ella le mostró durante meses.

[…]

En la habitación Jhon se preparaba para consumar su amor con la joven Jade, estaba algo nervioso mucho más que ella, desde la muerte de su esposa siempre le guardo respeto y jamás tocó a otra mujer. Se sentó en la cama con la chica.

“Puede dolerte un poco al principio, solo dímelo y yo me detengo”

“Está bien, lo haré”

Jhon la empezó a besar en la boca y lentamente la recostó en la cama. Hasta que estaba encima de ella y le abrió las piernas. Procedió a bajarse el pantalón y sacar su pene.

Para Jade fue la primera vez que veía él por pene de un hombre, siempre tuvo curiosidad de estas cosas, pero por pena jamás le pregunto nada a su familia. Su modo de ver las cosas cambio cuando estuvo en el barco junto a las otras chicas, allí se sintió asqueada de ver a tantos hombres.

El doctor, sin ningún pudor, se lo introdujo y le provocó un dolor que la puso a temblar un poco; sin embargo, le encantaba la situación, sentía cosas bastante placenteras en su interior.

“Te duele?” Pregunto aquel hombre.

“No” Dijo la chica para continuar.

Jhon empezó a moverse hacia delante y hacia atrás. Mientras Jade sentía cómo algo largo y grueso se movía en su interior. Empezó sentir sensaciones que jamás tuvo en toda su vida. Hasta que su visión se nubló un poco. El semen del doctor entro en su interior y poco la lleno.

Jhon se detuvo un rato a descansar y se sentía un poco extraño. Mucho más excitado, un placer indescriptible, demasiado en comparación que cuando estuvo con su esposa. En ese momento supo la diferencia entre un humano y un Lycan. La intensidad y que generaba las relaciones eran únicas. Miró en rostro a Jade y empezó a desvestirla un poco más y acariciar sus senos y besarlos. Quería cumplir las fantasías que tuvo durante tantos meses. Con su lengua empezó a besar el pecho de su amada. No quería que la noche terminara tan pronto y quería seguir con su apogeo sexual.

[…]

Después de dos meses, Jade y Jhon se casaron y seguían viviendo en la ciudad. Sin embargo, a todos los empleados de la casa no estaban felices. Veían en la joven a una aprovechada y hacían rumores en la ciudad sobre ella, pero todo cambio cuándo a noche una extraña luna roja cubrió el cielo nocturno. Todos pensaron que pasaría rápido, así que fue ignorada, pero para los lobos fue contraproducente, era un mal presagio para ellos, había leyendas que decían que algunos lobos sucumbían a su lado salvaje. La tranquilidad y armonía que habían ganado cerca a los humanos podría verse afectado por esa situación.

Jade no sabía nada de esas leyendas. Solo miraba la luna con algo de curiosidad, la veía tan roja que no sabía que era normal. Jhon fue a verla y le hablo.

“¿No me digas que te convertirás en Lycan?"

“No, no quiero convertirme en eso, me siento mal cada vez que tú tienes que verme así"

“No te preocupes, desde el momento en que cure tus heridas lo supe. Te acepté así y no me molesta. Si me tocará morir desearía que fuera por una herida hecha por ti”

“Eso es muy cursi”

“Es mi amor por ti”

Se querían tanto que se decían cosas bastante hermosas entre ellos, y no les importaba. Ambos jugaban con esas situaciones entre ellos; sin embargo, un grito espantoso se escuchó en la calle.

“¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!

Jade se asustó y se puso enfrente de la ventana tratando de cuidar a su esposo por instinto. Vio como corrían muchas personas por la calle y decidió cerrar la ventana.

Jhon se rio un poco.

“Jade, tus instintos protectores, me excitan, si no estuviéramos en una situación así, estaría contigo toda la noche, pero hoy parece que trabajaremos hasta la madrugada”

“No, mejor no, esos gritos fueron aterradores, no me gustaron"

Jhon la tomó de las manos, y la beso.

“Es mi deber, pero si quieres puedes estar conmigo cuando cure a esas personas”

A Jade le daba miedo ver personas heridas siendo curadas y ver cómo les cortaban partes y pasaban agujas por su cuerpo, se aterraba. Tal vez por traumas de su infancia, a pesar de todo. Ella estaba dispuesta a estar cerca de su esposo.

Sin embargo, poco después alguien tocó la puerta intensamente varias veces.

El corazón de Jade empezó a latir de miedo. Puso su mano en el pecho de Jhon para evitar que saliera.

“Jade, no voy a dejarte, no te preocupes, tú eres alguien fuerte y me puedes proteger, solo vamos a ver qué sucede”

Él la tomó de la palma de la mano y ambos bajaron hasta la sala. Una empleada de unos cincuenta años abrió la puerta y vio como un grupo de hombres traían a una persona que tenía arañazos de un animal.

“Tráiganlo adentro!” grito el hombre.

A Jade no le gusto mucho, odiaba imaginarse las forma en que tendrían que coser aquel hombre herido, pero siguió todo lo que pasaba desde atrás. La puerta fue cerrada por la empleada, que estaba horrorizada con lo que estaba viendo.

[…]

Al llevar al herido a la cama le echaron agua caliente para matar los gérmenes y bacterias de la herida. Jhon puso una aguja en fuego y empezó a cocerlo, el hombre fue amarrado para que no se moviera.

Sin embargo, se oyó como se golpeaban las puertas en varias ocasiones y se oían gritos de personas que pedían ayuda.

Jhon no pestañeo ni un minuto, solo se quedó cociendo al hombre en la primera herida que tenía en el pecho; sin embargo, trajeron a una persona casi muerta.

La herida dejó expuesto algunos órganos de la persona e hizo que Jade se desmayara al verlo. Ella no soportaba ver esas cosas. Jhon se preocupó al verla en el suelo, pero no podía parar. Ya que hasta que no terminara de cocerlo no podía tocar a nadie ni a nada.

“Por favor déjenla en la cama, ella no puede ver estás cosas”

Un hombre con una barba roja, y ojos verdes hablo.

“Entonces, ¿Por qué está aquí?”

“Para protegerme, es muy sobre protectora conmigo, siempre guarda una daga para ayudarme. Por favor tomen un cuchillo y pónganlo en fuego, hay que limpiar las heridas de ese hombre o será peor”

Jhon estaba preocupado por Jade, ese desmayo era usual, pero ella con el paso de los meses por lo menos aguanto más tiempo viendo cosas así, y no sé caí al suelo tan rápido.

El pobre doctor vio como más personas llegaban heridas al lugar. No entendía qué pasaba en la ciudad, se quedó muy preocupado y empezó a pensar que podría haber sido un ataque de lobos, pero por ahora solo eran simples ideas suyas, primero debía interrogar a cada uno de los heridos para sacar una conclusión de todo esto.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo