¡Un brillo dorado rodeó a Luna, justo en el momento que Beta Woren la golpearía!

¡TODOS LOS PRESENTES SE QUEDARON ABSORTOS!, la mayoría volvió a ver en dirección al Rey Alfa.

—¿Por qué…? —susurró el Beta, furioso.

Alfa Zefor avanzó con pasos firmes y… ¡Saltó desde la altura, cayendo de pie en la plaza!, ese macho rodeado con su majestuosa aura dorada, se acercaba a Luna Adalet.

"¿Qué es esto…? ¿Es su aura…?"

Pensaba Adalet, sorprendida. Viéndose a sí misma rodeada por esa misma aura dorada de protección.

«Es cálida, y… Huele a él…», opinó Lala.

Una sensación de seguridad la invadió, sintiendo esa calidez recorrer todo su ser. La hembra, sentada en el suelo, dolida, levantó la mirada viendo a Zefor delante de ella.

—Luna parece estar enferma. No voy a permitir un encuentro disparejo, se pospone hasta nuevo aviso —habló el Alfa. Inclinándose y ofreciendo su mano en ayuda a Adalet.

¡PLAF!

¡Ella apartó la mano de Zefor de un manotazo! ¡Todos se quedaron aún más sorpre