Ace…
Después de almorzar en la cocina, volví a subir. Dean me echó de mi habitación y me obligó a comer, ya que hace días que no comía nada. Tenía que hacer unos mandados y ya sabía por qué, pero se había quedado conmigo hasta ahora porque estaba hecho un desastre. No le gustaba verme en este estado. A nadie le gustaba. También me sentía increíblemente irritable por la falta de sueño. La fatiga pronto se apoderaría de mí. Pero quería estar con Bella. Me restregué el sueño y entré en el dormitorio. Sentí que me envolvía el calor. Las luces se apagaron. Allí estaba ella, todavía tumbada plácidamente en nuestra cama, dormida.
Bella estaba tumbada en la cama, tapada. Tenía los ojos cerrados. No los había visto abiertos desde la noche anterior a su secuestro. Echaba de menos sus ojos. Estaba aquí y al mismo tiempo no estaba. La echaba mucho de menos. Esperaba que se despertara. Era realmente un ángel dormido. Echo de menos tenerla en mis brazos. Creo que lo único que importaba era que est