Ace…
Todo el mundo seguía hablando y las conversiones eran ligeras excepto cuando mi madre insultaba a Bella cada vez que podía. Le dijo a Bella que una mujer no debería dirigir la mafia. El lugar de una mujer era en casa criando a los hijos. Bella sólo sonreía y le decía a mi madre que ella no era como las demás mujeres y que nunca sería dependiente. Por suerte, Dean intervino, haciendo chistes, sobre todo chistes verdes, para decepción de mamá.
“Sabes que escuché que le prohibiste la entrada a la novia de Ryder en tu casa”. Ryder se rio.
“Sí, ella no es parte de mi mafia y no confío en ella lo suficiente como para pasar el rato donde hablamos de negocios”.
Ryder sacudió la cabeza. “Joder, eres una dura”.
Bella sonrió. “Lo sé y tú eres igual que mi puto hermano; ¿fue ese capullo quien te lo dijo?”. Yo miré a mi madre, quien parecía molesta. Como dije antes, no le gustan nada las palabrotas.
“Entiendo que eres una gran jefa mafiosa, pero mientras te sientes a mi mesa, no toleraré