Leah
Me apoyé en Catriona cuando subimos al ascensor, una vez que las puertas se cerraron me quité los zapatos y lancé un suspiro de alivio cuando sentí la moqueta contra mis pies cansados.
Ella comenzó a reír cuando sintió que le apoyaba la cabeza sobre el hombro, mientras cerraba los ojos. Las copas se me habían subido a la cabeza y se ofreció a acompañarme. Aún era temprano, no pasaban de las doce, sin embargo sentía que había sido un largo día y ella tenía sus planes, no deseaba ser una piedra entre ella y Parker.
—¿Estás segura cariño que no quieres ir conmigo a casa? —Puso su mano sobre mi cabeza. —Te ves terrible, realmente no sé si sea buena idea dejarte aquí sola. Cada vez que decías que no estabas acostumbrada a tomar alcohol siempre creí que exagerabas un poco, pero puedo decir que no conozco a nadie que esté tan ebria como tú con tan poco. —Hipé y eso la hizo reír.
Intenté incorporarme, aunque sentí que todo me daba vueltas y me desplomé contra el metal frio para in