La noche no termina y todo apunta a una fuerte tormenta eléctrica, de la nada comienza a llover fuerte.
—Necesito dormir urgente —dice Casandra.
—Ven te enseñare tu habitación donde puedes dormir —dice Rudulfo, guiándola a las gradas para subir a la habitación.
—Estoy confundida, ¿Hay otra habitación? —Pregunta ella.
—Si, y es rosada —dice Rudulfo.
—Genial —dice mientras lo mira a los ojos.
Finalmente llega a al cuarto lujoso, con una cama hermosa, suave, grande, con almohadas suaves, y cómodas.
—Que lindo, que cama mas bella, suave, huele a canela, que rica esta cama, que cómoda —dice Casandra suspirando, admirando la habitación lujosa.
—Vente conmigo a la c