He quedado con Helena para ver como me ha dejado Tony el piso, me espero cualquier cosa de él. Puede haberlo dejado limpio impoluto o sucio hasta quedar irreconocible.
Introduzco la llave y abro la puerta. De momento todo parece estar en orden. Avanzamos hasta el salón. Sobre la mesa hay un cenicero lleno de colillas, toda la casa apesta a tabaco. La cocina es otro cantar, el fregadero está lleno de platos con comida reseca de no se cuanto tiempo, pero comienza a aparecer un pelillo verde sobre todo lo que antes tenía comida.
-Espero que hayas decidido cambiar de vajilla - insinúa Helena con ca