Desde la isla Cangrejo, las tropas de las FAIC, junto a la mente maestra Copzu, coordinan un devastador ataque con bombas RZX hacia las filas demoniacas y Drochelgars. 60 misiles tipo diablo se elevan de entre el desértico y estéril suelo de la isla Cangrejo, dejando tras de sí una gigantesca nube de humo y polvo. Los soldados de las FAIC únicamente sobreviven debido a su poderosa armadura que les protege del infernal calor que los gigantescos misiles dejan sobre ellos.

Cada misil lleva tres bombas RZX (compuesto especialmente para matar demonios, aunque la onda de choque si es capaz de causar daño a los humanos). En un breve momento los misiles comienzan a llegar, el primero golpea exitosamente las filas demoniacas del este, causándoles un gran daño a los demonios. Los guerreros sobre la muralla sangrienta y sobre las trincheras de hierro se ven obligados a cubrirse para no ser impactados por la brutal onda de choque que se li