Las diferentes facciones de las grandes familias estaban discutiendo entre sí.
Nadie creía que Christian pudiera enfrentarse a Tomás, ni siquiera recibir los tres golpes de Tomás, ¡las esperanzas eran muy escasas!
¡A menos que ocurriera un milagro!
—¡Vamos, alguien quiere aprovechar la oportunidad y hacer una apuesta!
—Apuesto a que ese chico Christian definitivamente no puede recibir los tres golpes.
—No solo apuesto a que no puede recibir los tres golpes, sino también apuesto a que definitivamente será herido por Tomás.
—¿No es obvio? Si no puede recibir los tres golpes, definitivamente resultará herido. Lo mejor sería que Tomás lo dejara lisiado y nos ayudara a desahogar nuestra ira.
...
Muchos jóvenes descendientes de las grandes familias abrieron apuestas debido a su resentimiento hacia Christian, quien estuvo a punto de tener exclusividad con las cuatro bellezas de Ciudad Baja y por el incidente en el que hirió a Andrea con —tácticas despreciables.
De todos modos, todos eran rico