—¡Que sean doscientas píldoras, entonces!
Alejandro frunció el ceño.
Familias como la familia López, con un poder de primer nivel, tenían numerosos expertos en su seno. Había al menos veinte o treinta expertos conocidos.
¿Qué utilidad tendrían doscientas píldoras de potenciador vital repartidas entre ellos?
Sin embargo, esas eran las reglas de Vitalis Farmacéutica, y no había nada que él pudiera hacer al respecto.
—¡Yo también quiero doscientas píldoras del potenciador vital de nivel uno!
—¡Yo también!
Al ver a Alejandro llevarse las doscientas píldoras del potenciador vital de nivel uno, los demás se apresuraron a rodearlo.
En total, solo había alrededor de tres mil píldoras del potenciador vital de nivel uno, y mil doscientas de ellas ya habían sido compradas por el señor Bravo y Alejandro, por lo que la cantidad restante era escasa.
Esto confirmaba las palabras del señor Bravo momentos antes: ¡si tardas en actuar, ni siquiera podrás arrebatar nada!
—¡Esperen un momento!
—Desde ahora