—¡Tontito!
Carmen López le lanzó una mirada coqueta a Christian González y, al ver la herida en su mano, le preguntó con mucha preocupación:
—Por cierto, ¿cómo está tu herida en la mano? ¿Está grave? Tenemos una clínica médica especial en nuestra compañía, te llevaré a verla.
Christian vaciló un momento, la herida en su mano era solo una herida superficial, no era gran cosa.
Sin embargo, ir a la clínica médica a vendarla podría evitar una infección en la herida.
—Carmen, no viniste a la compañía ayer, hay mucho trabajo acumulado que se necesita arreglar, ¿por qué no le llevo yo a la clínica médica para que le venden la herida?—dijo Isabel Sánchez ofreciéndose voluntariamente.
—¿Tú?
Carmen miró a Isabel extrañamente. Si no recordaba mal, Isabel Sánchez no parecía tener buenos sentimientos hacia Christian González debido a lo sucedido esta mañana.
Además, el carácter de Isabel Sánchez era bastante caprichoso y siempre ignoraba a los hombres que le perseguían.
Ahora, ella estaba ofreciénd