En la oficina de la fábrica.
Christian e Isabel se encontraron con Esteban Gil, el director de la fábrica, un hombre maduro vestido con traje y ligeramente en sobrepeso.
Esteban es el jefe del lado de la fábrica, responsable de supervisar la producción, envío y control de calidad, entre otros trabajos. Es parte del alto nivel gerencial de la empresa y se encarga principalmente de producir los productos en esta fábrica.
Sin embargo, tanto Christian como Isabel son líderes que vinieron a inspeccionar desde la sede central y son responsables del trabajo conjunto con Grupo Díaz.
Especialmente Isabel, ella es una figura poderosa dentro del ranking superior en la sede central.
Ante ellos dos, Esteban no se atreve a ser arrogante.
—Isabel, Christian, ¿quieren que les muestre al taller?
Dijo Esteban respetuosamente.
—No hace falta.
—Esteban, solo estamos aquí para ver casualmente cómo están las cosas en cuanto a los productos.
—Tienes mucho trabajo oficial por hacer. No necesitas llevarnos pe