—Christian, ¿es cierto que dijiste que si yo despertaba, estarías dispuesto a reconciliarte conmigo?
—¿Es verdad?— Carmen estaba emocionada, sus hermosos ojos no dejaban de mirar el rostro de Christian, y su expresión débil mejoró al instante.
—Sí—Christian suspiró, esa era su promesa a Carmen, y naturalmente no podía negarlo.
Además, la acción de Carmen esta vez había despertado los sentimientos que tenía guardados en su corazón. Sabía que la mujer a la que más amaba era Carmen, y ahora que había perdonado los errores de Carmen, estaba dispuesto a volver con ella.
Solo que recordar el daño que le había causado a Lucía le pesaba en el corazón. No sabía cómo enfrentarse a Lucía en el futuro.
—¡Es maravilloso!—Carmen estaba eufórica, su emocionado rostro se ruborizó y tosió varias veces seguidas.
—Carmen, ¿estás bien?—Christian se sorprendió y activó su espíritu para darle unas palmadas en la espalda.
—Estoy bien, solo es que estoy demasiado feliz—Carmen se acomodó en los brazos de Chris