Procede a haber un silencio en toda la manada, mientras que yo incrédula observo a ese gran lobo de pelaje castaño frente a mi.

¿Será parte de una tribu nómada? ¿O lo que queda de la manada de Raven que se obligan a permanecer en su hogar?

No estoy segura, y tampoco me interesa… Lo único que sé es que esta persona, sea quien sea, es peligrosa y me está amenazando. Por lo que en una situación así solo puedo hacer dos cosas: Pelear o huir.

Mi instinto me dice que debo huir, ya que acabo de terminar un tratamiento médico complejo y no estoy en mi mejor momento. Pero luego pienso en mi manada, mi linda y hermosa manada, que sin dudas me necesita, y más que nada… Necesita esa maldita arma que solo Raven posee.

No puedo huir, así que poniéndome en posición de pelea, soy yo quien ataca al desconocido, quien hábilmente me esquiva, y luego me muerde una pata, haciéndome retroceder de nuevo.

Yo nunca he sido la mejor en pelea física, mi hermana menor tampoco. Las dos fuimos criadas como las hij