Después de la expulsión de Raven de la manada, Julian se apresura a llevarme a un lugar seguro, regresando a su casa lo más pronto posible.

El demente de Raven ya se había marchado, sin embargo el temor de todas las cosas que me dijo y me hizo siguen presentes, por lo que en brazos de mi alfa no puedo evitar temblar.

Toda la manada fue advertida de la presencia de intrusos, por lo que todos los lobos dan la señal de alarma, y toda la manada se pone a revisar el terreno y las fronteras, buscando más intrusos.

—Supongo que la boda está cancelada… —digo en un susurro, observando como Julian me lleva de regreso a casa.

—Lo lamento —se disculpa él con sinceridad.

—Está bien, lo importante es que seguimos juntos.

Entrando en la mansión, yo esperaba que Julian me llevara a su habitación, para poder resguardarme en mi soledad como es usual. Pero cuando entramos en la casa, me sorprendo de ver a la madre de Julian angustiada, esperándonos.

—Selene, querida, ¿Estas bien? —preguntó ella acercánd