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Nick se pasó los dedos por los labios, recordando las palabras que Lisa le había dicho en aquel pasillo. Sabia a la perfección que se había sobrepasado con ella pero le importaba un carajo porque ella había tenido la culpa. Desde el momento que ella le había sonreído, desde el momento que ella había subido al auto, le había dado derecho de seducirla.  Invitarla a cenar nunca había sido la verdadera razón de aquella invitación, tampoco cenar solo. Únicamente había buscado una razón para estar a solas con ella y poder intentar seducirla.

Ella le había prometido una venganza y en realidad estaba bastante ansioso por saber que era lo que ella llegaría a intentar en su contra porque estaba tan seguro que por más que hiciera cosas en su contra, nada le afectaría. En esos momentos contaba con tanto dinero que nada podría afectarle.

Su departamento se sentía demasiado solo en esos momentos, estaba bebiendo vino y casi se había acabado la botella en unos cuantos solos minutos. En realidad había llegado ligeramente molesto por culpa de Lisa. Llevaba más de dos días sin sexo y eso le estresaba más que nunca. Primero había tenido que soportar que en el bar no pudiera encontrar nada y luego había tenido que soportar que Lisa le dijera que no. Estaba molesto y quería vengarse de la misma manera pero trataba desesperadamente de fingir que nada le importaba. Únicamente quería encontrar a alguien que le sirviera para tener un poco de sexo.

Por un momento se encontró pensando en la situación, dándole una y otra vuelta al hecho de no haber tenido sexo por unos cuantos días. Quería ir al bar pero el simple hecho de imaginar que podría nuevamente ir en vano le ponía incluso más furioso.  

Su teléfono vibró unas cuantas veces antes que decidiera lanzar la botella de vino hacia la basura. Levantándose del asiento mientras tomaba su teléfono celular. Observando los mensajes que Chanel le había enviado. Por un momento no pudo evitar reír.

“Hija de perra” pensó mientras observaba cada uno de los mensajes que le había enviado la mujer rubia que le había hecho perder dinero.

Incluso sintiéndose molesto terminó por reírse de ella, recordando las palabras que le había dicho en su oficina. Palabras donde le había prometido la guerra y una completa rivalidad. Reía porque había estado totalmente seguro que eso sucedería de nuevo. Sabía que ella lo iba a buscar y estaba en lo cierto. Ella había regresado para rogarle.

“Lo siento. Sé que lo arruiné pero espera, déjame pedirte una disculpa como se debe. Sé que por mi culpa tu nombre terminó de cierta manera...bastante manchado pero me las arreglaré para limpiar todo el desastre que he hecho. He rentado una habitación en tu hotel favorito, conseguí la habitación 854. Si quieres venir, puedes hacerlo. Prometo que te voy a compensar todo. Por favor Nick, no me dejes y tampoco dejes lo que hemos vivido juntos. Si vienes, me aseguraré de arreglar todo. Te amo.”

— ¿Arreglaré todo?—preguntó en el silencio de su departamento. Manteniendo aquella oscura sonrisa en su rostro. Lanzando su teléfono celular en uno de los sofás rojos que tenía en su impecable propiedad. — Al carajo—soltó antes de simplemente darse la vuelta y caminar hacia la puerta principal.

Iría al bar, sí, eso haría. Encontraría una mujer y entonces se acostaría con ella. Terminaría con ella y entonces conseguiría otra para pasar la noche. Ocasionalmente pasaba la noche con una o varias mujeres. Aunque pasar la noche con varias mujeres solo ocurría cuando estaba molesto y esa noche vaya que se sentía molesto.

Al salir del departamento se encontró con Karina, manteniendo una expresión totalmente sombría. Nick al verla se puso a negar. No quería problemas, únicamente se quería ir a beber, a divertirse.

— ¿Te enteraste?—preguntó ella con el rostro manchado por seguras lagrimas que habían arruinado su perfecto maquillaje.

—Ahora no puedo hablar conmigo—respondió con frialdad. — me voy de fiesta.

— ¿¡Te enteraste!?—gritó molesta.

— ¿Enterarme de qué?—preguntó con un poco de molestia.

—Mi prometido... se molestó conmigo. Dijo que mantener una relación conmigo...terminaría por afectar a su imagen, dijo que tienes que calmarte para que nuestro matrimonio pueda llevarse a cabo...

— ¿Vienes a reclamarme a mí cuando tú eres la que se acuesta con otro hombre a sus espaldas?—preguntó Nick antes de reír. Caminando hacia ella para únicamente palmearle el hombro. — Tus problemas no son mis problemas—soltó antes de continuar su camino. Ignorando por completo los gritos que su hermana le regalaba en aquellos momentos.

Podría decir que amaba a sus padres pero no podía decir lo mismo de Karina. Había llegado a detestarla y por su culpa comenzaba a discutir con sus padres porque estaba consiente que por su culpa sus padres habían comenzado a molestarlo.

Al salir del edificio no pudo evitar sonreír. La noche en realidad era perfecta, perfecta para ir a jugar y divertirse con cualquier mujer que se le acercara. Aquella noche era una noche de cacería y él lo sabía.

Esa noche se quitaría las ganas que le traía a Lisa.

***

Lisa estaba totalmente furiosa y mientras movía las piernas de un lado a otro, se mantenía observando el reloj de pared que tenía frente a ella. El hospital era bastante silencioso y lo detestaba por completo. Estaba totalmente consciente que había bajado la guardia con Nick. Se lo habían advertido, lo sabía, sabía a la perfección qué clase de hombre era Nick y aun así había creído que tan sólo por un segundo, Nick había deseado comportarse como un ser humano.

Se había equivocado y estaba consciente de ello pero aunque sabía que en esos momentos no debería de estar pensando en ello, lo único en lo que pueda pensar era en las mil maneras que se podía vengar de Nick pero ninguna de ellas le convencía. Quería hacer algo que realmente le doliera, algo que le hiciera pensar dos veces en sus acciones. 

Realmente por un momento había pensado en vengarse de la manera más cruel, incendiando por completo el edificio de su empresa pero había llegado a la conclusión que hacer tal cosa sólo traería consecuencias para ella. No quería asesinar a alguien, lo quería obtener cargos por el delito que posiblemente conllevaría incendiar el edificio. Además, con todo el dinero de Nick, con seguridad obtendría otro edificio de inmediato. 

Nick Clark tenía el mundo a sus pies gracias al dinero, por más que lo intentara, no había nada que le funcionara contra el dinero.

Quería encontrar algo, sabía que podía encontrar algo contra Nick. Estaba decidida que incluso si le costaba  toda la noche...pensaría en algo que pudiera funcionar.

Su corazón se detuvo por completo cuando el médico cirujano que había operado a Jasón salió del quirófano. Manteniendo una expresión seria en su rostro. Confundiendo por completo a Lisa mientras se levantaba de su asiento y caminaba con el rostro pálido hacia el médico.

— ¿Sucede algo?—preguntó con los labios temblorosos.

—Lo que sucede es que el método de pago ha fallado...

— ¿Mi tarjeta no ha pasado?—preguntó— ¿No lo han operado?—susurró con nerviosismo.

—Lo he operado, he prestado mi tarjeta de crédito para operarlo pero...necesito el dinero. No tengo dinero para pagar esa gran cantidad al banco. He logrado cobrar un poco de tu tarjeta pero...me da pena decirte que se ha quedado en ceros.

—En completos ceros—susurró Lisa mientras buscaba una manera de ocultar el rostro. — lo entiendo y se lo agradezco mucho doc...le prometo que le pagaré todo el dinero. Solo deme unos cuantos días.

— ¿Podrías tenerlo para el lunes?—preguntó el doctor.

— ¿Cuándo me falta?—preguntó ella, sintiendo un nudo en el estómago mientras el medico la observaba.

—Cincuenta mil dólares—respondió el médico.

Lisa al escucharlo tuvo que sentarse de inmediato. Sintiéndose mareada mientras todo a su alrededor parecía desplomarse.

¿Cincuenta mil dólares en menos de una semana? Era imposible, no podía conseguirlos. Ni siquiera vendiéndole el alma al diablo lo conseguiría. No podía conseguir ni quince mil dólares en unos cuantos días, no si quería ganarlos de una manera legal. Podía conseguirlo estafando hombres pero no estaba segura si conseguiría tanto en tan poco tiempo. 

—Voy a darle el dinero—respondió con seguridad— voy a darle todo el dinero que necesita pero por favor espéreme unas semanas.

— ¿Unas semana?—preguntó el médico. — ¿Cuántas semanas?

—Dos—respondió ella con seguridad— le tendré el dinero en dos semanas. 

—Sé que no es sencillo para ti así que te esperaré, hablaré con mi banco...

—No, le daré incluso el dinero de las comisiones así que gracias por salvar a Jasón... estaré agradecida con usted durante toda mi vida. 

—No es necesario—susurró con vergüenza el médico.

— ¿Puedo pasar a verlo?

—No—respondió con rapidez— no es el horario de visitar, mañana puedes verlo. 

—Entonces vendré mañana—susurró ella antes de comenzar a alejarse. Dándose la media vuelta para poder caminar hacia la puerta del área de emergencias. 

Al salir del área de emergencias se detuvo. Buscando en internet la ubicación de Nick Clark. 

—Eres un imbécil al siempre compartir tu ubicación con la prensa—susurró antes de mirar hacia el cielo— Nick Clark...prepara tu cartera porque esta noche voy a vaciarla. 

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