Amaya

Quería conectar con mi esposo, pero no había podido, así que el sábado llegó sin problemas para mí. Hani me llevó hasta la casa de mi tía mientras Enzo y Octavio hacían de vigilantes. Los hombres parecía que no se hallaban en el lugar, tal vez el clima y la playa no eran lo de ellos, pero entendía que venían de un sitio caliente como Nevada, por lo que podían hacer un esfuerzo mucho mayor.

—Sonrían, el día está muy hermoso para ello —les pedí y se vieron las caras con el ceño fruncido.

—Señora, siento discernir, pero no nos parece seguro ir a Hawaii Volcanoes National Park, no lo conocemos y aunque entendemos que su tía es como una nativa aquí, nosotros no nos sentimos del todo bien si no exploramos —especificó y entendí el dilema.

No sab