Volví a la mesa para recuperar el aire, Quill estaba con el teléfono, Luke seguía avergonzándonos y Jess intercambiaba ADN con el diablo.
¡Ven! Por eso es que ya no me preocupo cuando le rompen el corazón, en un dos por tres se consigue a otro "amor de su vida".
— ¿Lo disfrutaste? —espeta Quill.
Ignoro su veneno.
No sabía qué hora era, seguramente ya muy tarde. Empezaba a sentirme ahogada a causa del calor, me llevo las manos a mi cuello para desabrocharme la capa pero algo me pareció extraño.
Era un collar.
Una rosa con todo y hojas, totalmente dorado pero con los pétalos carmesí. Lo mire perpl