65. Seamos honestos
Kadir sentía que le sudaban las manos de los nervios en poco tiempo le hicieron pasar a la sala y mientras esperaba no dejaba de pensar en lo que estaba por decir, quizá iba a sonar muy loca la información que daría pero no quería postergarlo más de la cuenta.
No tuvo que esperar demasiado, pues aquel señor tenía no solo agradecimiento sino curiosidad, — Buenas noche jóven ¿Como está?
— Bien, disculpe la hora en que vengo.
— No se preocupe, en qué puedo servirle.
— Vengo a hablarle de Elsin, quisiera cortejarla y si está de acuerdo casarnos pronto, se que no es la manera correcta y formal de hacerlo pero antes de venir con mi hermana, los anillos, flores y todo eso, quise tener su bendición.
— Pero estoy un poco confundido, en primer lugar mi hija con todo lo sucedido y el rechazo por parte de su prometido socialmente no tiene buena reputación y eso le perjudicaría, así que no sé si aun no ha pensado joven pero será criticado por sus allegados.
— Eso es algo que no me importa, en