67.. Manguito con chile.
“No.” Me acerqué a él.
“¿Me das otro masaje?” Pregunté.
“¿Te gustó?" Asentí.
Me acerqué, lo abracé y él no me correspondió el abrazo, hasta unos segundos después, su aroma, era delicioso, este hombre huele tan bien, mi piel se erizó y mi corazón comenzó a latir muy rápido.
Me puse de puntillas y le di un beso en los labios, corto, pero era lo que necesitaba para recargar energía, él se quedó pensativo hasta que pasó su mano por mi cuello, se inclinó y me besó, con un beso profundo en los labios.
Abrí mi boca y su lengua entró en contacto con la mía, pasó sus manos a mi cintura y me atrajo más hacia él, no ahi un día que no extrañe sus besos, sus labios sobre los míos, su lengua danzando tal y como lo hace en este momento.
“Te amo" Pronuncié cuando nuestras frentes estaban unidas y tratábamos de controlar nuestra respiración, el pecho de ambos subía y bajaba desesperadamente.
Pareciera como si mis palabras fueran pólvora que incendia todo a su paso, por qué en cuestión de segundos ya n