Sylvia se levantó de golpe.
Flint estaba despierto y se había arrastrado junto a ellos en algún momento. Se acostó al lado de Odell y los observó con atención, siendo el niño adorable y juguetón que era.
Sylvia estaba encantada de lo adorable que era Flint y lo saludó con una sonrisa cariñosa.
—Flint, ven con mami.
Odell sonrió y se puso de pie para dejar sitio a Flint.
El pequeño granuja terminó arrastrándose sobre él. Se arrastró por su pierna como si estuviera saltando sobre un obstáculo y se acercó a Sylvia, quien sonrió y lo tomó en sus brazos.
Flint balbuceó: —Buen... día.
Sylvia se sorprendió gratamente por esto y le devolvió el saludo:
—Buenos días.
Mientras el niño sonreía, Odell se alegró de ver el intercambio saludable entre madre e hijo y le devolvió la sonrisa.
...
Los días siguientes pasaron sin incidentes.
Durante el día, Odell iba a trabajar, mientras que Liam e Isabel iban a la escuela y Sylvia se quedaba en casa con Flint.
Por lo general, j