Jamás había conocido a una mujer que me excitara tanto como Emma lo hacía, me excitaban las mujeres, si, pero Emma lo conseguía en segundos.
Besé su frente antes de irme, me provocaba ternura verla así tan frágil y sensible, pensar en su fragilidad me hizo recordar que mañana llamaré al doctor para saber si está llevando su tratamiento correctamente, no quiero que la futura madre de mis hijos enferme de nada. ¡¿Pero qué mierda acabo de decir?! No voy a casarme con Emma. Tanto reunirme con los Smith y hablar de matrimonio me está afectando. No quería dejar a Emma sola, pero tuve que irme, mi amiguito necesitaba relajarse.
Salí del departamento de Emma y fui directo a casa, tenía dos opciones; ir a casa, tomar una ducha y autocomplacerme o llamar a alguna de mis conocidas y dejar que ellas lo hicieran, elegí la segunda opción, algo estaba cambiando en mi, desde que me tracé como objetivo robarme la virginidad de Emma y después simplemente llevarla a la cama, estar con cualquier otra muj