– Amor, amor tranquilo – Dylan se tapó los ojos con su antebrazo, el nunca lloraba y cuando lo hacía era por algo realmente importante – Amor – dije con suavidad tratando de acercarlo a mi nuevamente, pero al tomar el brazo con el que se tapaba los ojos, se zafo rápidamente de mí. Él no quería que lo viera llorar

– ¿Por qué? – Chillo tan desgarradoramente que mi corazón dolió en lo más profundo, y no pude evitar llorar por que la tristeza de mi pequeño y en mi garganta se hizo un nudo, de esos que te ahogan. Entonces el pareció reaccionar quito su antebrazo de la cara y me miro con una mescla de preocupación y culpa – Mami no, no llores por favor – se acercó a mí y limpio las lágrimas que no me había dado cuenta que tenía – Lo siento mucho, yo ... no lo volveré a hacer, no volver&eacut