El Rey empezó a alimentar a Danika. Le sirvió sopa y se la acercó a la boca.
Danika miró la cuchara durante unos segundos antes de abrir la boca a regañadientes y dejar pasar la cuchara.
El silencio descendió mientras repetían el proceso una y otra vez hasta que el plato quedó casi vacío.
Entonces, el Rey la miró a la cara, pues ella tenía una expresión muy extraña. Él arqueó una ceja y preguntó: "Pasa al-".
No llegó a terminar cuando, de repente, ella se inclinó hacia delante y le vomitó encima.
Ella le estaba vomitando encima. El sonido de las arcadas continuó mientras la comida seguía saliendo de ella y cayendo sobre el cuerpo de él. Eso continuó durante varios largos segundos.
El Rey estaba demasiado conmocionado para hablar. Permaneció congelado y observó lo que sucedía como si estuviera viendo un espectáculo.
Finalmente, Danika levantó la cabeza cansada y se limpió la boca con el dorso de la mano. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que había hecho. ¡Ella