Parte 1...
Isabela
— Pero pensé que estabas enojado, Enzo — me quejé, acostada a su lado, después de saber que él solo se sentía débil porque no me protegió como quería — Podrías haberme dicho eso antes.
— Pero resulta que tocaste mi ego, mujer — dijo levantando las cejas y yo me reí — Eras una tontita que salió de un convento y estabas intercambiando disparos con una loca que hace eso desde que estaba en la cuna — gesticuló hacia arriba.
— Aún soy una tontita — comencé a reír y lo abracé — Solo estaba defendiendo a mi familia.
— Eso era mi función y no la tuya — dijo algo herido — No quería deshacerme de ella de inmediato, ya había arreglado eso con el nuevo grupo de seguidores, Isabela... Pero tú, desobedeciéndome, tenías que encontrar la manera de salir de la habitación.
— Es que soy muy buena saltando desde lugares altos — bromeé.
— Graciosita, tú — frunció la nariz, me miró un instante y luego sonrió — Pero que me quedé asombrado de ver cómo manejaste la situación, ah... Eso sí q