Tras cerrar la puerta con seguro, Casandra sacó su celular para marcarle a la rubia, pero tras unas 5 llamadas no habían obtenido una respuesta.
- Esta idiota… - susurra furiosa la pelinegra, porque todo indicaba que les estaba ignorando a propósito.
- Juro que si no te contesta, yo la mataré – mu