Capítulo 52. Un delicioso castigo.
ISABELLA
Alexander seguía tenso, así que me acurruque más hacia él y bese su manzana de Adán y él trago grueso.
— Joder, Isa. — dijo tomándome por el cuello y besándome.
El beso era posesivo, hambriento y lleno de dominio, se sintió como un delicioso castigo.
— En serio no quiero que vuelvas a estar sola con ese tipo. — dijo cuando me soltó con la respiración agitada.
— Esta bien, no lo haré. — Accedí, Alexander en este momento tenia demasiadas cosas en mente como para preocuparlo por una más.
— Sin mentiras esta vez. — dijo mirándome a los ojos y me sentí avergonzada de haberle mentido.
— Lo prometo. — dije con una sonrisa.
— Tienes que cumplir tus promesas. — espetó y volvió a besarme, de forma más suave, menos dominante que el beso anterior.
— Me muero por hacerte el amor. — confesó con su voz más ronca de lo normal mirándome con deseo.
— ¿Y que esperas para hacerlo? — Pregunté sin saber de donde saque el valor para decirle algo así y él sonrió travi