Capítulo 31
Cuando Harold estaba a punto de ir al salón de banquetes en busca de Adina, escuchó el sonido de niños jugando.

“¡Ja ja! ¡La muda se convirtió en una niña fea!”.

“Tráela aquí para tomarle una foto. ¡Usaremos la foto para reírnos de ella y ver si todavía se atreve a morder a otros!”.

Los niños sacaron a Melody del macizo de flores, pero para su sorpresa, Melody abrió la boca y los mordió.

El dorso de la mano de un niño fue mordido con tanta fuerza que al instante comenzó a sangrar.

“¡Atrápenla! ¡Mátenla ya!”.

Leo apretó los dientes con odio. Su madre siempre se enfurecía cada vez que veía a esa b*starda. Si él la mataba, su madre definitivamente lo felicitaría.

Cuando Leo pensó en ello, encontró una gran piedra y se la arrojó a Melody.

Cuando Harold se dio la vuelta, vio la hermosa mirada sin emociones de Melody.

De repente sintió que se le encogía el corazón y gritó: “¡Deténgalos, alguien!”.

Desde el área oculta detrás de él, un guardaespaldas corrió instantáneamente y bloque
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