Capítulo 32

Me quedé paralizada. Sentía que todo el aire de mis pulmones se desvanecía y negué con la cabeza nerviosa

—Eso no puede ser —susurré—. Está confundido, si se parece a mi mamá, pero no puede ser ella, jamás pertenecio a las clases sociales altas, ella siempre tuvo que trabajar para sobrevivir.

John me miró con calma, acaricio mi mejilla, estaba tan seguro de sus palabras, pero también reflejaba una tristeza que le dolía en el alma.

—Luisa… no lo digo por impulso. Déjame explicarte, escúchame, por favor, todo lo que te digo tiene una razón de ser.

Tragué saliva y asentí. No podía con la presión en el pecho, estaba temblando, sabiendo de mi origen de la manera menos esperada.

—Tu madre se llamaba Lucía Rivas —dijo—. Era la heredera de una familia poderosa, muy respetada. En ese tiempo, era la novia oficial de Luis Mondragón… el padre de Santiago, hijo de Fernando.

—¿Qué? —murmuré —Abriendo los ojos, todo esto me parecía fantasioso.

—Sí. Y yo era el mejor amigo de Luis. Pero…