Si el regalo de Miguel no era nada valioso, seguramente Lucas se burlaría de él.
—¡No! Preferiría abrirlo después de regresar a casa.
—Carolina, no seas así. He escuchado que este señor conduce un Maybach. Seguro que su regalo no vale menos de cien mil dólares, ¿verdad? —ironizó rápidamente un mucha